2023 es un año crucial para la sostenibilidad de nuestro sector y es que desde las administraciones se trabaja con intensidad por promover el Desperdicio Cero, así como en minimizar la generación de residuos.
En este sentido, como ya hemos comentado con anterioridad el Gobierno trabaja en un marco legislativo en este sentido. De hecho, el pasado junio el Gobierno aprobó el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario y se espera que su aprobación parlamentaria se concrete en los primeros meses de este mismo año.
Ésta será la primera ley a nivel estatal que se promulgue y su objetivo es claro: reducir el desecho a la basura de alimentos sin consumir y favorecer su mejor aprovechamiento.
Las actividades destinadas a prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario para todos los agentes de la cadena alimentaria se regirán por los siguientes principios, según recoge el proyecto de ley:
- Eficiencia en el uso de los recursos de la cadena alimentaria.
- Prevención, de modo que se fomente la adopción de medidas orientadas a evitar que un alimento se desperdicie, a reducir la cantidad de pérdidas y desperdicio alimentario mediante su reutilización, y a reducir el impacto de las emisiones y la generación de residuos sobre el medio ambiente y la salud humana.
- Jerarquía de prioridades conforme a lo señalado en esta ley y en la normativa reguladora de residuos, dentro de sus respectivos marcos reguladores.
- Fomentar la donación de alimentos para consumo humano, priorizándolo frente a otros usos como la alimentación animal y la transformación en productos no alimenticios.
- Fomentar la educación y concienciación respecto a la prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario de la ciudadanía en general.
Y de los principios a la jerarquía de prioridades a la que los agentes de la cadena alimentaria, para la prevención de las pérdidas y del desperdicio alimentario, deben adaptar sus actuaciones:
- La donación de alimentos y otros tipos de redistribución para consumo humano,
- La transformación de los productos que no se han vendido, pero que siguen siendo aptos para el consumo humano, en otros productos alternativos.
- La alimentación animal y la fabricación de piensos dentro del correspondiente marco regulatorio y en particular la Orden Ministerial APM 189/2018, de 20 de febrero, por la que se determina cuando los residuos de producción procedentes de la industria agroalimentaria destinados a alimentación animal, son subproductos con arreglo a la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
- Su uso como subproductos en otra industria.
- Y en última instancia, ya como residuos, al reciclado y, en particular, a la obtención de compost y digerido de máxima calidad para su uso en los suelos con el objetivo de producir un beneficio a los mismos, y, cuando no sea posible lo anterior, para la valorización energética mediante la obtención de biogás o de combustibles. En este caso, será de aplicación lo dispuesto en el artículo 8.1 de la Ley 7/2022, de 8 de abril.
De ahí que, en Frutas Alex & Soler nos anticipemos a asegurar que las frutas y verduras feas ganarán presencia en el mercado a partir de este 2023 y es que nosotros apostamos pro minimizar el desperdicio alimentario garantizando la máxima calidad a nuestros clientes.
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